miércoles, 20 de julio de 2011

EDUCACION SOCIAL 2.0


La educación es un derecho, educar un privilegio y educarse una aventura. Contexto y circunstancias se unen para que esa aventura no siempre sea un camino sobre pétalos de rosas; pero es en ese contexto y en esas circunstancias donde hemos de ejercer ese derecho, disfrutar de ese privilegio y embarcarnos en esa aventura, a lo largo de la cual adquiriremos el conocimiento anhelado y las habilidades necesarias para desarrollarnos como seres humanos, es decir: como animales racionales, sociales e inteligentes.

A lo largo de la Historia y de la Historia de la Educación vemos como las diversas sociedades han afrontado la educación de sus menores como el mejor de los medios , si no el único, para su transición hacia la vida adulta y su integración como personas maduras a la vida social de la comunidad que los alimentaba, cuidaba y protegía. La educación es un ser vivo que, como todo ser vivo, tiene sus ciclos de fecundidad y sus ciclos de pereza, sus épocas de esplendor y sus eras de oscuridad y de confusión.

En estas páginas que compartimos, como cuaderno de bitácora de una nueva aventura, hablaremos del contexto, de las circunstancias que nos rodean, de los conocimientos y de las capacidades adquiridas, de las habilidades que nos permiten desenvolvernos como seres sociales, de las creencias arraigadas, de los paradigmas que exponen ante nuestros sentidos una visión del mundo u otra, de nuestra identidad y también de nuestra relación con el resto de los seres vivos del planeta; es decir, de la ecología y, como colofón, de la espiritualidad del ser humano.



miércoles, 4 de mayo de 2011


Los medios de comunicación de masas y la Educación Social.


“conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” 
Juan 8:32.     

El ser humano, como ser vivo, necesita conocer el territorio donde vive, se mueve y desarrolla como sistema completo y abierto y, al mismo tiempo, como parte componente de otros sistemas más complejos: la pareja, la familia, la sociedad en la que vive, etc. Para ello, como cualquier sistema, necesita de la comunicación que, en el caso del ser humano debido a que posee la capacidad de hablar y de escribir, adquiere unas características de complejidad infinitas. Estos dos aspectos de la capacidad de comunicar, hablar y escribir, generan la capacidad de escucha y de lectura ligados a toda transmisión de información que, al fin y al cabo es lo que entendemos por comunicación.
Los elementos básicos de la comunicación podemos resumirlos en: emisor, receptor, mensaje o información y medio. En un desglose más exhaustivo podríamos desmenuzar el mensaje o información en otros tantos elementos como podrían ser: tipo, lenguaje, idioma, etc. De igual manera podríamos hacer con el medio, en el que podríamos hablar de conceptos como soporte, tecnología audiovisual, digital y un largo etcétera. Es por ésta, y otras razones, que hablamos en plural cuando nos referimos a los medios de comunicación.

Si, en un ejercicio rápido de visualización, lanzamos una mirada a la línea de la Historia que conocemos, podremos darnos cuenta de como la Humanidad ha utilizado diversas formas para guardar y transmitir información. En este ejercicio contemplamos las cuevas pintadas de Altamira o de Lascaux, la Piedra de Rosetta que permitió a Champollión descifrar un mensaje escrito sobre piedra, los jeroglíficos del antiguo Egipto; las inscripciones en cerámicas griegas, en estatuas etruscas, en bajorrelieves mayas, incas y aztecas, en antiguos papiros, pergaminos, estelas y diversos soportes de las antiguas culturas orientales, China, Japón, La India. Cómo, a partir de la primera imprenta el acceso a la lectura vio el primer paso a su universalización. Ya no estaría restringida  la lectura a unos pocos privilegiados. Hoy contemplamos, gracias a la eclosión de las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento (NTICs), la posibilidad de acceder a todo tipo de saber en soportes y medios que apenas hace dos siglos sólo unas pocas personas eran capaces de imaginar. En una relativamente rápida avalancha de acontecimientos, la electricidad y, con ella, el telégrafo, el teléfono, la radio, la calculadora y la televisión dieron paso a la informática constituyendo la que sería la nueva ciencia y la nueva tecnología del siglo XX y abriendo las puertas hacia la globalización y la democratización de la información y del conocimiento con el más universal de los artefactos: internet. Entramos así en lo que se ha dado en denominar la Sociedad de la Información, siendo la información la nueva forma de energía que mueve el mundo y las sociedades. 
Se atribuye a Arquímedes la frase: “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. Hoy, ese punto de apoyo está al alcance, cada vez más, de un mayor número de personas que tienen acceso a internet y, con él, a la posibilidad de saber y de saber hacer, al tiempo que compartir con otras personas parte de su conocimiento general o especializado, convirtiéndose en un agente de un gran cambio social. Si bien su uso puede generar más brechas y desigualdades que aquellas que pretendemos erradicar o, en el peor de los casos, paliar.


Las infinitas posibilidades que ofrece la denominada red de redes para generar un cambio social las hemos podido contemplar recientemente en los últimos acontecimientos del norte africano. Es nuestra responsabilidad su uso para la paz y, dentro de su reinado, para alcanzar una verdadera igualdad de derechos y posibilidades en nuestros diferentes entornos, espacios o territorios.

jueves, 10 de marzo de 2011

LA EDUCACION 2.0
INICIO DE UN NUEVO CAMBIO DE PARADIGMA

De escritor a lector y viceversa.

El debate sobre que son las nuevas tecnologías, lejos de concluir, parece alcanzar en nuestros días visos de no llegar a un final, toda vez que el proceso de creación, invención y desarrollo de nuevo hardware, cada vez más sofisticado y de nuevo software cada vez más complejo, hace que el concepto de novedad deba replantearse. Hablar por una parte de Nuevas Tecnologías adaptadas a la educación y, por otra, de Tecnología Educativa no hace sino acrecentar una especie de caos conceptual que en nada ayuda a la hora de saber en que nuevo paradigma nos encontramos.

Durante siglos hemos asistido a un tipo de proceso de enseñanza y de aprendizaje limitado por el espacio y por el tiempo, a la vez que  por una visión del mundo en el que la comunicación era en gran parte unidireccional: desde el docente al discente, del profesor al alumno,desde la institución al ciudadano, del escritor al lector.

La eclosión, en 1995, de lo que se ha dado en llamar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTICs) de la mano de dos investigadores del CERN y cuya primera expresión fue la WWW, como culminación de un proyecto de comunicación militar, el ARPANET, nacido apenas dieciseis años antes, nos ha dotado de herramientas realmente increíbles que nos permiten manejar una cantidad ingente de información. Pero no ha sido hasta el momento en que se ha dotado a las páginas web de una doble direccionalidad que hemos empezado a ser conscientes de la potencia que nos puede aportar este invento a nuestro proceso de aprendizaje y, en su caso, a nuestro proceso de enseñanza.

Poder diseñar una página web y depositarla en Internet para que, potencialmente, casi siete mil millones de habitantes de todo el planeta pudiera leer su contenido, fue un gran salto. Como un gran salto fue, hace seis siglos, el invento de la imprenta por J.Gutemberg. ¿Qué había, sin embargo, en estos dos artilugios como denominador común? La unidireccionalidad. La que unía al creador del documento con su destinatario, el lector, el usuario final.

El gran salto que ha supuesto la introducción de un doble sentido al flujo de información en Internet ha dado como resultado la WEB 2.0, auténtico cimiento de lo que podemos vislumbrar como el nuevo foro universal donde podemos ser testigos de dos procesos complementarios de enseñanza y de aprendizaje.

Dice JJ de Haro, en su artículoHerramientas para una Educación 2.0”:
La Web 2.0 se basa en los sistemas que fomentan la transmisión de información y la colaboración entre las personas para crear conocimiento social, es decir conocimiento generado no por una persona sino por muchas. Todo ello impregnado de fuertes componentes de altruismo y democratización. Esta forma de concebir el conocimiento se ha trasladado casi inmediatamente, tras su eclosión en 2004, al campo educativo.”

Podemos decir, por lo tanto, que disponemos de una herramienta adecuada para comenzar a construir un nuevo paradigma donde el escritor se convierte en lector y viceversa, dotando a la información de una doble direccionalidad que multiplica su potencialidad como factor del desarrollo humano, tanto a nivel individual como social. Este último aspecto nos aporta, en nuestra calidad de educadores sociales, la posibilidad de llegar a un número ilimitado de destinatarios al mismo tiempo que a un número ilimitado de fuentes. Potencia, por lo tanto, nuestra capacidad de ser agentes de cambio social.

Nos hallamos ante una situación en la que, parafraseando a P.Coelho, diríamos que se multiplica aquello que se comparte.